sábado, 21 de abril de 2012

DÍA MUNDIAL DEL TEATRO

cada año se elige a una personalidad para hablar sobre el teatro y su dia internacional, esta año se cumplen 50 años desde que se inició con este ritual; este año es el turno del  actor estadounidense John Malkovich, a continuacion les dejo las palabras con las que se iniciara esta celebración.

El Instituto Internacional del Teatro (ITI) de la UNESCO me ha honrado con su petición de realizar este mensaje en la conmemoración del 50 aniversario del Día Mundial del Teatro. Voy a dirigir estas breves consideraciones a mis compañeros del teatro, mis pares y camaradas. Que vuestro trabajo sea convincente y original. Que sea profundo, conmovedor, reflexivo y único. Que nos ayude a reflejar la cuestión de lo que significa ser humano y que dicho reflejo sea guiado por el corazón, la sinceridad, el candor y la gracia.    Que superéis la adversidad, la censura, la pobreza y el nihilismo, algo a lo que, ciertamente, muchos de vosotros estaréis obligados a afrontar. Que seáis bendecidos con el talento y el rigor necesarios para enseñarnos cómo late el corazón humano en toda su complejidad, así como con la humildad y curiosidad necesarias para hacer de ello la obra de vuestra vida. Y que sea lo mejor de vosotros – ya que será lo mejor de vosotros, y aun así, se dará sólo en los momentos más singulares y breves – lo que consiga enmarcar esa que es la pregunta más básica de todas: “¿Cómo vivimos?” ¡Buena suerte!



por otro lado otro connotado personaje del teatro nos regala la siguiente declaración: 
Matías Montes Huidobro: Día internacional del teatro, 2012
"La importancia concreta del Día Internacional del Teatro reside en la celebración colectiva e intangible en torno a una actividad artística permanentemente en crisis y que, sin embargo, ha subsistido prácticamente desde el momento mismo de la creación el mundo por haber captado la dificultades inmediatas y últimas del diario vivir, gracias a trapecistas de altos vuelos que lo hacen realidad. Como si fuera un arropamiento sartorial en una caverna platónica y platónica, el Día Internacional del Teatro es una celebración religiosa, un acto ritual, una afirmación del teatro como espacio unificador, concreto y cósmico, en la que todos tenemos un momento de confluencia escénica, en el cual todos somos copartícipes. Pero el teatro existe más allá de los límites de la creación del dramaturgo y el logro final del espectáculo. El teatro es en nuestro quehacer diario, empezando en el monólogo interior de las voces que nos hablan en el sueño y después en el extraño interludio de la acción interna de nuestro cerebro cuando nos despertamos.
Hacemos teatro desde que nos vestimos diariamente para entrar en escena, ya antes del desayuno, seleccionamos el vestuario de la representación cotidiana, que cambiamos a lo largo del día de una escena a la otra,  entrando en espacios escenográficos de movimiento cambiante, del más crudo realismo a la más fantásticas transformaciones, sin limitaciones de presupuesto, de la realidad a la fantasía, alternando máscaras de acuerdo con las circunstancia, en un vértigo conflictivo que nos lleva a las constante de las transiciones, de las variaciones de tono de acuerdo con los personajes que hacen sus entradas y salidas,  de la convivencia al rechazo, de la intriga a la pasión, del amor al odio y del odio al amor, en ese largo proceso de una acción dramática que se inicia cuando tiene lugar nuestro parto en el cosmos y que aparentemente termina cuando cae el telón y salimos de escena. El teatro es todo eso, encapsulado finalmente en el espacio concreto de un  escenario como este en el cual nos encontramos en este momento, de forma unificadora, más allá de todas las divisiones de ideologías y fronteras, y que queda sintetizado en esta misa teatral que celebramos a nivel mundial, en todas partes, más allá de las diferencias. Su significado trasciendo el momento tal vez efímero de una representación, de un péndulo teatral, que a pesar de todas las crisis, de todas las inseguridades, va y viene de la creación del dramaturgo a la puesta en escena, en el transcurso de los siglos. El teatro no hace más que encapsular en un montaje el drama de todos y cada uno de nosotros. El teatro es un credo y una misa y es por eso que lo celebramos"


     


he querido dejar estas dos declaraciones por que recogen el sentimiento que viven todas las personas que son parte de este arte, EL TEATRO
















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