sábado, 17 de marzo de 2012

¿Los salvadoreños somos violentos?





Antes de iniciar es justo decir que es difícil encasillar a las personas como violentas o agresivas solo por sus conductas y se hace necesario entrar en una revisión de sus causas, en ese sentido antes de hablar del salvadoreño revisaremos lo que la academia dice de estos términos
El diccionario de la real academia de la lengua española define los términos así:
Violento: Que se hace contra el gusto de uno mismo, por ciertos respetos y consideraciones, Que se ejecuta contra el modo regular o fuera de razón y justicia.
Agresivo: Propenso a faltar al respeto, a ofender o a provocar a los demás, Que implica provocación o ataque.

Visto así podemos rápidamente encontrar una diferencia importante, el violento ejecuta una acción en contra de sí mismo o los demás pero con poco control sobre estos actos y el agresivo si tiene control sobre los mismos, lo común en ambos casos es que ambos atentan contra otros seres u objetos. Entonces una persona puede caer en ambas categorías pero tratamos de caracterizar al salvadoreño promedio ¿agresivo o violento?
Para responder debemos recordar de donde viene el salvadoreño e iniciaremos en la época precolonial donde ya existían personas viviendo en lo que hoy es El Salvador, y según dicen algunas de las hipótesis pudieron ser  grupos de personas expulsados del sur de México al iniciar la expansión de los grandes centros; posteriormente viene la conquista española que vino a someter a los habitantes, a matarlos e imponer su religión, moneda y lengua, nuevamente los habitantes son sometidos por otro grupo, luego viene la “independencia de la corona española” que nos deja dependiendo de los ricos locales que eran hijos de españoles o españoles radicados en la zona y que se adueñaron de las tierras, los medios de producción y sometieron a los indígenas, posteriormente con cada forma de explotación de la tierra, en El Salvador se ha repetido la misma historia, siempre existen los dueños que explotan a los obreros y además son estas mismas personas las que se involucran en política y definen a través de leyes el destino del país. Pero como se explica con esto porque los salvadoreños son violentos o agresivos, pues el ciudadano ha vivido con esto por generaciones y ha entendido que la única forma de sobrevivir o de vivir más o menos bien es pararse sobre alguien más y es que vemos las conductas de agresividad o de violencia son muchas veces aprendidas o a veces es simplemente reactivo a lo que socialmente está sucediendo, por ejemplo, en una manifestación por mejora salarial, anteriormente se destruía propiedad privada o hasta personas pero ahora se dice que es una manifestación pacífica 


aunque vemos al otro lado a la UMO, entonces en realidad el riesgo de agresividad o violencia existe y así como en la actualidad ha existido siempre, pareciera que estamos acostumbrados a vivir en un ambiente de violencia y que una de las formas de conseguir las cosas es a través de la violencia y no se ve mal, se ve de una forma natural.
Sin embrago existe otra cara de la moneda que es el violentado, aquí nos podríamos hacer la pregunta, porque nos gusta vivir así, por que no se hace nada por cambiar. La respuesta la podemos encontrar en la teoría de la indefensión aprendida, que dice que una persona que es sometida por largos periodos a situaciones de estrés, violencia desarrolla una actitud en la cual cree que no podrá salir de esta situación y sufre reacomodo de tal forma que aunque luego se tengan las condiciones para salir de esta situación la persona creerá que no es posible salir y no usará sus potencialidades en su beneficio si no que continuará en esta situación. Esta teoría es fácilmente aplicable al salvadoreño actual después de haber explicado todo lo anterior.




Entonces el salvadoreño es violento o agresivo partiendo de su propia historia, donde ha aprendido que la única forma de sobrevivir es pasar sobre el otro y por otro lado tenemos el salvadoreño que cree que no podrá salir de la situación de violencia y toma una actitud de desesperanza, acomodamiento y supervivencia.


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